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lunes, 26 de noviembre de 2012
LA VOZ INTERIOR
Nunca sabrás si algo funciona a menos que lo pruebes. Nunca sabrás si la electricidad está conectada si no pones tus manos en el interruptor de la luz y la enciendes, has de emprender alguna acción para comprobar que funciona. Al igual ocurre con la fe. Es inútil limitarse a quedarse sentada hablando de la fe si no vives según ella y si nadie ve lo que para ti significa. Es inútil hablar de vivir según la fe si tu seguridad está puesta en el saldo del banco, y sabes que puedes acudir al mismo cuando decidas hacerlo. Sólo cuando no tengas nada y puedas dar un paso más allá del más hondo abismo y hacer lo aparentemente imposible porque tu fe y tu esperanza están enraizadas en Mi, podrás hablar de vivir según la fe y ser una demostración viva de ella ¡Adelante, pon a prueba tu fe y a ver qué ocurre!
Esta lectura pertenece al libro "La voz interior". Mi maestra de Yoga nos lee para que reflexionemos después de nuestra sesión de ejercicio. La del día 21 de Noviembre nos habla de la fe, de correr riesgos, de tener confianza. A veces esto no resulta fácil, cuesta mucho elegir el camino dificil, arriesgar. Confiar en que algo puede mejorar aunque el intentarlo nos traiga problemas, quebraderos de cabeza etc..
Aunque luego las cosas no salgan cómo esperábamos, siempre sabremos que actuamos en conciencia y procurando hacer lo mejor que sabíamos. Si no me pongo de pie e intento andar aún a riesgo de caerme, toda la vida seguiré andando a gatas que no es más que una manera de vivir de rodillas.
domingo, 11 de noviembre de 2012
HABLANDO DEL PELO
Hoy no quiero hablar de educación, ni de días especiales o eventos de clase. Hoy no, hoy solo hablaré de mi pelo.
Mi pelo, como el de todos, me acompaña desde que nací, al principio era pelona, una leve pelusilla cubría mi cabeza, parecía que sería morena, aunque no demasiado oscura, y sí, salió, abundante, rebelde, encrespado...
Como todas las niñas, yo quería dejarlo crecer bien largo pero a mi madre no le parecía buena idea y me lo cortaba todos los veranos en una media melena; como cuando yo era pequeña no había costumbre en mi casa de usar cepillo, todos los días había una gran pelea por las mañanas, llantos y algún que otro tortazo en el culo para conseguir domar aquel pelo, que además siempre estaba lleno de enredos, con la única ayuda de un peine.
No había foto en la que no saliera despeinada. Desde muy pequeña todo el mundo hablaba de lo mal peinada que iba. Incluso de mayor mi amiga Paqui Ojeda me preguntaba " ¿Loli tú te has peinado? cuando veía mi melena enmarañada, al rato de llegar al cole.
Y sí, yo me peinaba cada día, incluso llevaba un cepillito en el bolso para retocarme, pero nada parecía dar resultado.
Distintos cortes, distintas peluqueras, una que venía a casa dos veces en semana y que cobraba baratito. Todo se probó, sin demasiado éxito.
Finalmente este año elegí un peinado asimétrico,eché espuma para rizos, sequé con difusor y el milagro se ha hecho. Mi pelo, sólo necesita por las mañanas un poquito de agua y moverlo con las manos. Y dura peinado toda la semana o hasta que yo decida lavarlo y empezar el proceso. A veces cuando me levanto de la cama,a mí, me gusta el "look" informal que presenta.
He esperado mucho, tengo 52 años, he soportado las críticas, he tomado medidas y por fin se obró el milagro.
Lo que nunca hice fue, no querer mi pelo. Siempre me pareció fantàstico, porque hiciera lo que hiciera con él, se cortaba y volvía a salir de nuevo, SIN RENDIRSE, nunca me preocupó demasiado no ser la mejor peinada, aunque eso sí, admiraba a quien lo estaba.
Siempre pensé que algún día cuando fuera mayor, jubilada, con tiempo suficiente iba a ir súper peinada, yo como mi pelo también me resistía a RENDIRME. Aunque si soy sincera siempre me ha gustado ese toque despeinado.
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