Nunca sabrás si algo funciona a menos que lo pruebes. Nunca sabrás si la electricidad está conectada si no pones tus manos en el interruptor de la luz y la enciendes, has de emprender alguna acción para comprobar que funciona. Al igual ocurre con la fe. Es inútil limitarse a quedarse sentada hablando de la fe si no vives según ella y si nadie ve lo que para ti significa. Es inútil hablar de vivir según la fe si tu seguridad está puesta en el saldo del banco, y sabes que puedes acudir al mismo cuando decidas hacerlo. Sólo cuando no tengas nada y puedas dar un paso más allá del más hondo abismo y hacer lo aparentemente imposible porque tu fe y tu esperanza están enraizadas en Mi, podrás hablar de vivir según la fe y ser una demostración viva de ella ¡Adelante, pon a prueba tu fe y a ver qué ocurre!
Esta lectura pertenece al libro "La voz interior". Mi maestra de Yoga nos lee para que reflexionemos después de nuestra sesión de ejercicio. La del día 21 de Noviembre nos habla de la fe, de correr riesgos, de tener confianza. A veces esto no resulta fácil, cuesta mucho elegir el camino dificil, arriesgar. Confiar en que algo puede mejorar aunque el intentarlo nos traiga problemas, quebraderos de cabeza etc..
Aunque luego las cosas no salgan cómo esperábamos, siempre sabremos que actuamos en conciencia y procurando hacer lo mejor que sabíamos. Si no me pongo de pie e intento andar aún a riesgo de caerme, toda la vida seguiré andando a gatas que no es más que una manera de vivir de rodillas.
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